Nuestro cliente solicitó un garaje para un solo coche con un estudio/oficina en la parte superior, haciendo hincapié en una integración perfecta con la casa y el terreno existentes. A través de cuidadosas iteraciones de diseño, desarrollamos una estética de granja de mediados de siglo, incorporando una gran cubierta envolvente con acabados de piedra caliza y cedro que complementan la residencia existente. La estructura se colocó estratégicamente para preservar la vegetación existente, creando una sensación única de "casa-árbol". A pesar de los problemas topográficos y las discrepancias en los registros municipales, nuestro equipo los resolvió con eficacia.